El diagnóstico genético preimplantacional (DGP) es una técnica que consiste en realizar un estudio genético en los embriones antes de ser transferidos al útero. Con la finalidad de detectar anomalías en el material genético de los embriones. Y de acuerdo a este resultado tomar la decisión si se transfieren o no. En cuanto a los tipos de diagnóstico genético preimplantacional podemos diferenciar:
PGT-A: Permite estudiar la presencia de aneuploidías en el embrión, como la trisomía del cromosoma 21 que produce Síndrome de Down.
DGP-M: Permite estudiar enfermedades monogénicas, es decir, aquellas que se producen por la presencia de una única mutación.
DGP-Sr: Permite estudiar enfermedades por alteraciones estructurales como las translocaciones, las delecciones, las inversiones.
Gracias al DGP, es posible evitar la transferencia de embriones con alteraciones genéticas o cromosómicas y, de esta manera, aumentar la probabilidad de tener un hijo sano.
Esta técnica está indicada en:
- Mujeres que han sufrido dos o más abortos espontáneos.
- Edad materna avanzada: > 39 años
- Dos o más ciclos de fecundación in vitro fallidos
- Alteraciones de la meiosis de los espermatozoides o bajo recuento en el número de espermatozoides que se encuentran en el eyaculado
- Parejas con gestación anterior con anomalía cromosómica
- Fallos de implantación
- Cuando los progenitores, o al menos uno de ellos, son portadores de alguna enfermedad genética hereditaria.
- Cuando los progenitores, o al menos uno de ellos, tienen el cariotipo (estudio cromosómico) alterado. Por ejemplo, pueden ser portadores de translocaciones o inversiones cromosómica
Beneficios del DGP:
Las personas que deciden hacer un DGP durante la búsqueda del embarazo pueden lograr los siguientes beneficios:
- Mejor selección embrionaria
- Menor riesgo de abortos
- Mayor tasa de embarazo
- Menor número de tratamientos de FIV
- Conocimiento del sexo de los embriones a transferir