Impacto de los miomas en la fertilidad:
Los miomas uterinos (también llamados fibromas o leiomiomas) son tumores benignos (no cancerosos) de tejido muscular que pueden cambiar la forma o el tamaño del útero y a veces del cuello uterino. Están presentes en el 20-50% de las mujeres en edad de procrear; son los tumores benignos más frecuentes. La detección de un mioma en un paciente en edad de procrear o embarazada es una situación frecuente que suscita cuestionamientos e inquietudes. El fibroma puede interferir en todas las etapas de la concepción, pero también complicar el desarrollo del embarazo y del parto. La responsabilidad de los fibromas en la infertilidad depende de su tamaño, de su número y, principalmente, de su localización. Por lo tanto, el médico especialista deberá sopesar en la consulta de fertilidad, el equilibrio beneficio/riesgo entre una actitud conservadora (evitar la cirugía) y el tratamiento quirúrgico de los miomas.
¿Cómo se forman?
Se forman de las células de músculo en el interior de la pared del útero (miometrio).
¿Por qué se forman?
La causa exacta de los miomas uterinos no está clara, pero existe evidencia de que puede ser una combinación de factores genéticos (herencia), hormonales y del ambiente.
¿Qué tan frecuentes son los miomas?
Los miomas en su mayoría son asintomáticos y por tanto diagnosticados de manera ocasional en ecografías de rutina. Se presentan en un 30% de las mujeres mayores de 30 años y en hasta el 60% de las mujeres mayores de 50. Pero en mujeres de raza negra hay mayor incidencia de formación de miomas siendo entre un (50% a 80%).
¿Cómo se diagnostican?
Los miomas uterinos suelen diagnosticarse ante la presencia de síntomas característicos, luego de un examen ginecológico y, el examen que confirma su presencia, es la ecografía ginecológica (abdominal o vaginal). Para determinar el grado de compromiso sobre la fertilidad o órganos pélvicos a veces es necesario realizar estudios complementarios como la histerosonografia, histeroscopia y en algunos casos la resonancia magnética pélvica contrastada.
¿Cómo afectan los miomas la fertilidad?
La mayoría de las mujeres que se embarazan teniendo miomas sin que afecten la cavidad del utero, pueden tener una evolución normal de su gestación, Sin embargo, en el caso de los miomas de ubicación intracavitaria, así como las mujeres que presentan grandes o múltiples miomas, tienen mayor riesgo de tener infertilidad o si ocurre el embarazo de desarrollar complicaciones de su gestación.
Las complicaciones durante el embarazo pueden ser: síntomas de aborto y pérdida del embarazo; rotura de membranas y parto prematuro; desprendimiento de placenta; hemorragias; dificultades para parto vaginal; mayor incidencia de operación cesárea, así como hemorragias en el posparto.
Por lo anterior, se recomienda que la paciente que porta miomas acuda a su ginecólogo para discutir la conveniencia de extirpar los miomas una vez que decide embarazarse.
Los miomas que crecen dentro de la cavidad uterina, son los que tienen el mayor efecto adverso para lograr una gestación, como también los que por su tamaño o ubicación deforman intensamente la cavidad uterina o Trompas de Falopio. De esta forma, disminuyen la probabilidad de concepción, implantación y desarrollo de la gestación.
Por otro lado, en pacientes con infertilidad de origen inexplicado y presencia de múltiples pequeños miomas, se ha observado un aumento de la probabilidad de concepción luego de su remoción. Es recomendable una consulta al subespecialista de medicina reproductiva (fertilidad), para discutir la conveniencia de tratar los miomas como parte del manejo de una infertilidad.
¿Cómo se tratan los miomas uterinos?
La mayoría de los miomas uterinos, especialmente los pequeños y que no generan síntomas, no requieren tratamiento y solamente deben controlarse con regularidad.
Las pacientes que presentan sangrado excesivo y anemia, se pueden manejar con antiinflamatorios, anticonceptivos o progestágenos orales y ácido tranexánico (ambos buscan disminuir el sangrado). El sangrado anormal también puede corregirse, con la inserción de un dispositivo intrauterino liberador de progesterona.
Los miomas que generan sangrado hemorrágico, anemia, dolor severo o infertilidad, así como los que se encuentran adentro de la cavidad uterina, son candidatos a resección quirúrgica (Miomectomía).
Otras alternativas menos utilizadas, o aún en evaluación, son los moduladores selectivos de progesterona (Mifepristona y Ulipristal).
Otras alternativas menos utilizadas, o aún en evaluación, son los moduladores selectivos de progesterona (Mifepristona y Ulipristal). Medicamentos que disminuyen el tamaño y síntomas, pero que exhiben altas tasas de recidiva o la miolisis por radiofrecuencia, que busca la disolución a través de hondas y que pueden reducir su tamaño parcialmente (50%).
En tanto, en casos de pacientes con elevado riesgo quirúrgico (enfermedades concomitantes), se ha usado la embolización arterial selectiva con buenos resultados a largo plazo.
¿En qué consiste la cirugía de Miomectomía?
La cirugía consiste en su escisión mediante histeroscopía (instrumento que se inserta adentro del útero, a través del cuello uterino), por vía laparoscópica (por vía abdominal, a través de mínimas incisiones) y a través de laparotomía (cirugía con incisión abdominal), especialmente en caso de miomas de gran tamaño o con riesgo de adherencias.
Una vez resecados los miomas, la recuperación suele ser rápida, especialmente cuando el procedimiento es efectuado por vía endoscópica (histeroscopía y laparoscopia), con progresiva regresión de los síntomas, mayor probabilidad de embarazo y mejor pronóstico en la evolución de la gestación.